8/20 산후안, 푸에르토리코 시내 (5)

– Mi nombre es Carlos Josué González Mercado. Todo el mundo, las amistades y mi familia me dicen Josué porque mi papá se llamaba Carlos. Y antes de yo ir a Corea, trabajaba con la autoridad de Energía Eléctrica, y estaba a cargo del pueblo de Río Grande. En aquella época los pueblitos eran pequeños. Río Grande tenía 400 abogados y yo estaba solito a cargo de ese pueblo, pero empezó la guerra de Corea y, a pesar de que ya yo tenía 23 años, fui llamado obligadamente a servir en el ejército de los Estados Unidos. Recibimos entrenamiento en el campamento de Tortuguero en Vega Baja. Y a los 3 meses de recibir el entrenamiento zarpamos para Corea en un barco que se llamaba Sargent… Viajamos de aquí a Panamá. Cruzamos el Canal de Panamá. Llegamos a California. De California seguimos a Hawái. De Hawái llegamos a Japón. De Japón definitivamente llegamos a Corea un mes después. Salimos de aquí viernes santo de 1951. En Corea me asignaron al 65 de infantería como uno de los primeros refuerzos que fueron al 65. Había otros tres regimientos americanos, dos regimientos más americanos. Era el 7 y el 15, pero el único regimiento que era de puertorriqueños solamente era 65. Era un regimiento segregado de solamente puertorriqueños. Bien, naturalmente, nos unificó más como pueblo, como amigos, como compañeros, porque al fallecer uno nos dolía a todos. Y fue un año completo en que estuvo en la guerra de Corea. Si ustedes me permiten dar un testimonio de la grandeza del Señor. Mi mamá, cuando yo fui a Corea, hizo una plegaria pidiéndole al señor que no permitiera que yo con mi arma de reglamento matara a ningún semejante mío, una petición que para cualquiera es imposible porque a nosotros nos adiestraron para matar, para matar gente, y pedirle a Dios que un hombre que lo mandan a matar gente no mate a nadie eso es una escala muy alta. Ella también le pidió que preservara mi vida. Y durante ese año que yo estuve en Corea, al yo llegar, perdóname, al yo llegar a Corea, el comandante de la compañía donde yo estaba, vio mi récord y decía que yo era lineman, procurador de líneas, que tiraba líneas, conectaba teléfonos, y hacía instalaciones, y hacía bregar con los switchmodes. Y dijo al sargento: “Este es el hombre que necesitamos para conectar los teléfonos de la compañía de regimiento”. Y mi trabajo en Corea, donde un año, por un año fue conectar teléfonos y operar swichtmodes. Por lo tanto, mi mamá no puede testificar si yo maté a nadie, pero yo sí puedo testificar eso porque debido a ese trabajo que tenía, de mi rifle no salió ni un solo tiro, o sea que no pude haber matado a nadie. Y hay que darle gracias a Dios. Por esa oración de mi mamá que le pidió a Dios eso, y Dios oye a los corazones contritos y humillados que se doblegan ante… Por eso yo donde quiera que voy, y me preguntan, doy mi testimonio de la grandeza de Dios que me permitió regresar con vida sin tener que matar a nadie y servir en el ejército sin tener que cometer ese roll.
– Sí.
– Dios me los bendiga.
– Sí, sí. Gracias, gracias… Su Abuelo es un pastor, ¿no?
– Mi papá.
– Papá. Yo también.
– Este es mi papá, mi mamá, 9 hermanos.
– Oh, my God! 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9?
– We were 10, but one died very old.
– Where are you?
– I am the 3rd one. That’s the oldest, 2nd and the 3rd. This is 4th, 5, 6, 7, 8, 9.
– Wow, bueno, el señor da a su familia muchos, muchos…
– Todos, toda la familia sirve al señor, toda la familia. Mi papá y mi mamá nos enseñaron a amar a Cristo por…
– Gracias.
– Esta fotografía fue tomada cuando mi papá y mi mamá cumplieron 60 años de casados.
– Wow, 60 años. Gracias muchísimo.
– Dios la bendiga.
[HABLAN EN COREANO].
Thank you.
[HABLAN EN COREANO].
– …
[HABLAN EN COREANO].
– Which battle did you fight?
– … una pelea, ¿verdad? Estaba encargado solamente de…
– No, no.