콜롬비아 보고타 (11)

– Mi nombre es Carlos Guillermo la Torre Franco, pertenezco a la Asociación Colombiana de Veteranos en la Guerra de Corea. Me fui en el año 52, salimos de Colombia y llegamos a Corea en el año 53 en el mes de enero. Estuvimos en entrenamiento hasta el mes de marzo y luego entramos al primer batalla de, de ese contingente en el marzo del 53. El 10 de marzo de 1953, asaltamos el cerro 180 ocasionándole a los chinos y a los coreanos del norte grandes bajas. Salimos de ahí y entramos al Old Baldyel 13 de marzo de 1953 hasta el 23 de marzo, que fue cuando hubo la batalla más grande que ha tenido el batallón Colombia hasta la fecha. Y de ahí salimos a reserva, yo fui herido el 23 en las horas de la noche y salí al otro día el 24, caminé hasta la 1:00 de la tarde, hasta que me recogió un tanque y me echó para el batallón, donde me enviaron en ambulancia hasta Seúl al… hospital, allá en Seúl. Allá duré, aproximadamente, un mes, y me iban a devolver para Colombia, pero me devolvieron para la primera línea, porque, como fue tan delicada la batalla, el batallón quedó diezmado, y hubo necesidad de reforzar con los heridos que ya estaban alentados. Estuvimos hasta el mes de noviembre del 53, cuando regresamos a Colombia, llegando aquí el 24 de diciembre de 1953. Yo continué en el ejército y estuve en tratamiento ambulatorio hasta el año, hasta el mes de septiembre del 54, aproximadamente, donde me trasladaron para el departamento Tolima, donde estaba la violencia, o sea, el problema de las FARC, en esa época muy delicado en esa zona del país. Permanecí hasta el año de 1955, donde solicité mi… baja, y me dieron de baja el primero de enero, primero de febrero de 1955. Y ahí me retiré, estuve trabajando en la contraloría de la república, después entré a trabajar a Cervecería Andina, una de las empresas cerveceras que había aquí en esa época, fuera de lo que es Bavaria. De ahí salí y trabajé durante 18 años en, en la Cervecería Andina, y luego, pasé a la fábrica de muebles Artecto, que era una de las fábricas más grandes que había en Suramérica. De ahí me retiré y entré a trabajar al Hipódromos de Colombia. Ese es un hipódromo que queda en el norte de Bogotá. De ahí salí y me contrataron para Costa Rica, la república de Costa Rica. Estuve de, de jefe de seguridad industrial allá en Costa Rica. Después de ahí entré a trabajar con el COE, Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos en la elaboración del aeropuerto antinarcóticos en el departamento del Tolima, en la ciudad de Mariquita, Tolima. Trabaje ahí 6 años, hasta que terminamos el aeropuerto. De ahí salí, de ahí la empresa me mandó para el… a la hechura de unos puentes que se hicieron allá, y después ya estuve en una petrolera en Agua Azul. ¿Deseas algo más?
– ¿Qué recuerdas de Corea?
– Yo… nosotros éramos muy jóvenes… yo cumplí los 19 años allá. Nosotros, la mayoría, yo fui trasladado porque yo era suboficial. Nosotros, la mayoría fue voluntario. Después de que estuvimos acá, sí nos preguntaron quiénes queríamos ir y quiénes no. Ya estando en la escuela de infantería todos fuimos voluntarios. Cuando nosotros, el batallón Colombia, estaba fundado, nosotros pertenecíamos a la compañía de reemplazos del batallón Colombia. Cuando nosotros salimos de Bogotá, ya estábamos directamente a órdenes de las Naciones Unidas. El batallón Colombia era una de las unidades de los 20 países que fuimos a Corea que pertenecíamos a las Naciones Unidas. El batallón Colombia trabajaba independiente, únicamente recibían las órdenes del comando batallón y la transmitía a, pero directamente, los oficiales comandantes de nosotros colombianos. Nosotros somos… cuando estábamos en reserva teníamos el acompañamiento de intérpretes coreanos. Me acuerdo que le decíamos Oscar al nombre de él le decíamos Oscar.
– Sí.
– …no solamente hacían las veces de intérpretes, si no también controlaban al personal de trabajadores coreanos y nos ayudaban en el, en el aseo en el campamento, y otras, otras, otras cosas que hacían. De ahí para acá, cuando regresamos hasta la presente, pues, yo veo muy agradecido con Corea, porque la única, el único país que nos ha ayudado a nosotros, porque creo que Colombia es el único país que no ha ayudado a sus veteranos. Puedes preguntar a Etiopía que hay más pobres que en Colombia y ellos tienen muy bien las ventajas. Nosotros no teníamos, ni siquiera, el servicio médico del hospital militar. Colombia no nos ha reconocido completamente nada. Hemos pasado varios proyectos al congreso y nos los han echado para atrás. Entonces, nosotros queremos a Corea, porque Corea nos está ayudando en la educación de nuestros nietos. Cuando lo mismo que Samsung, Samsung, la república de Corea y otras empresas coreanas… nos colabora. La asociación vive de lo que nosotros mismos aportamos mensualmente. Porque, si no fuera así, ella habría desaparecido. En este momento tenemos muchos compañeros, porque todos estamos viejos y enfermos, y aquí no ha habido un gobierno que nos haya colaborado en lo más mínimo. Nosotros tenemos muchas ilusiones, y yo estuve hace cuatro en Corea, estaba visitándola. Está transformada totalmente, de lo que conocimos a lo que es hoy en día, es unas ciudades extraordinarias, muy bonitas. La gente coreana es muy agradecida con nosotros, en la calle, donde nos encuentran nos abrazan, nos dan las gracias siempre en todas partes. Ahora, nosotros nos sentimos hermanos de, de ustedes los coreanos, y siempre decimos el hermano coreano, porque eso, eso, eso es lo que sentimos nosotros. El cariño que les tenemos al pueblo coreano, y creo que el pueblo coreano también nos tiene mucho cariño a nosotros.
– ¿Y qué quiere del futuro de Corea? Porque la guerra no termina.
– Yo sé, el problema que hay todavía con Corea del Norte no se ha terminado, porque la firma del Armisticio, que no fue la paz, entonces, yo estaba en la época que se firmó el Armisticio, y el día que se firmó el Armisticio, nos saludábamos con los chinos, “Hey, China”, “Hey, Colombia”. Por fuera de las, de las casamatas y todos encima de ellos nos saludábamos, los teníamos cerca. Y de las 2 veces, el primer intento que hubo de cese al fuego, también me cogió a mí allá, y el segundo también, que fue la firma del Armisticio, que fue en Panmunjom. Allá entregaron a los prisioneros colombianos y Colombia entregó, las Naciones Unidas entregaron a los prisioneros coreanos del norte. Son unas ciudades extraordinarias, el comercio es muy grande, Corea tiene un futuro extraordinario, hay muchas empresas, mucho empuje, la gente es muy educada, porque el papá de la presidenta que fue un presidente un poco duro, impulsó mucho el, el, el comercio y la industria allá en Corea. Para nosotros es muy interesante y me siento muy orgulloso de ver que Corea ha progresado demasiado, porque nosotros nos dimos cuenta cuando nosotros llegamos, que Corea era muy pobre, demasiado pobre, entonces, el pueblo fue el que pagó las consecuencias de la pobreza que tenía, hasta hoy en día que es la tercera, la décima potencia industrial del mundo. ¿Qué más se puede pedir de ustedes?
– Gracias por muchísimo. Perfecto, perfecto.