Colombia Cartagena (1)

- Me llamo Antonio de Jesús Alba Rojas. Viajé en el Almirante Padilla en 1950, 1 de noviembre, rumbo a Corea, a la península coreana. Como ya usted lo decía, fuimos a defender a Corea del Sur de las garras de, de Norcorea que estaba ayudada por Rusia y por la China. Bueno, y llegamos allí, participamos en, en bombardeos, en desembarcos, custodiamos buques de todas las nacionalidades como, especialmente norteamericanos, porque sabemos que, que Norteamérica participó con el 60 % del material bélico para esa ayuda a la República de Corea del Sur. Duré allí, duramos tres años. Yo, personalmente, duré tres años. Un año en el Almirante Padilla, otro año en el, en la Capitán Tono. Volví en la Capitán Tono y fueron, más o menos, tres años. Nuestra labor fue esa, precisamente, custodiar buques, custodiar buques cisterna, bombardear ciertos sitios de Corea del Norte, que los consideraban peligrosos, donde habían emplazados cañones de alto calibre. Eso es lo que yo recuerdo de, de, en la guerra de Corea, esa participación. Como un acto muy especial, en, en ese trajinar nos dieron orden de, de bombardear una aldea de Corea del Norte, donde se divisaban, cerca de, de la playa, casitas muy pequeñas. Se veía que era una, de un, de una aldea muy pobre. Entonces, dieron orden de, de acabar con esa población, pero nuestro comandante, el comandante del Almirante Padilla, pues, consideró que, que era un, cometer un genocidio matar a tanta gente que no, inofensiva, porque creíamos que era gente inofensiva la que estaba en esta aldea. Entonces, el comandante nuestro dio orden de no disparar. Todos los demás buques dispararon menos, menos el Almirante Padilla, por considerar que no era un acto… que no, no, pues, no estaba en nuestra conciencia destruir a ese, esa aldea. Fue una, una cuestión, pues, que a nosotros nos llenó de satisfacción porque no cometimos ese acto de terrorismo con esos, esos norcoreanos. Esa es la experiencia que tuvimos como combatientes.