Colombia Bogota (13)

– Yo me llamo Manuel Antonio Gaitán Briceño. Fui cabo segundo en la guerra de Corea. Eh, me llevaron en el año 53 a Corea, estuve en el campo de guerra, de batalla, el cerro… De ahí me sacaron para reserva por lo que yo tocaba acordeón para ir a un concierto en Busan. De ahí regresé otra vez a Corea a prestar el servicio común y corriente en patrullas, patrullajes, en el cual no tuve ningún problema. Eh, el tiempo que duré, pues, me mandaron a una academia de los Estados Unidos a hacer un curso de preparación militar americana y nos mandaron con dos suboficiales más y el único que sacó diploma fui yo, véalo por puntos, los otros no alcanzaron la puntuación. Y me tocó que llegar al batallón Colombia a darle instrucción a mis compañeros de acuerdo a lo que me habían enseñado en la academia de la séptima división de los Estados Unidos. El resto, pues, común y corriente, el tiempo se transcurrió y fue pasando poco a poco hasta que me mandaron al Japón a, eh… eh, recuperación y descanso, un, un descanso que le daban al personal que era aplicado y tenía estudios y todo eso, por 10 días en el Japón, como, como premio, ¿ve? Como premio a lo que se había hecho. Y ahí ya se llegó el momento de venirnos para Colombia otra vez, ¿ve? Que nos tocó siempre un poco, eh, cansón porque traíamos los restos de todos los compañeros que fallecieron y, y armamentos y todo lo que había, lo que teníamos que nos había dado la séptima división de los Estados Unidos al batallón Colombia. Eh, no tengo así más que informarles sobre lo de Corea por parte mía. ¿Ve? Que estuve prestando mi servicio allá y estuve en una academia de los Estados Unidos haciendo un curso para preparación militar americana y ya eso, pues, me vine para Colombia otra vez en, en el General Stewart, un barco de los Estados Unidos, ¿ve? Zarpamos de Corea y llegamos a un puerto en Honolulu, Hawái, y estuvimos ahí dos días y luego seguimos rumbo a Buenaventura, Colombia. Ya aquí, ya aquí seguí en el ejército hasta el año 55 que me retiré porque no, no me gustó mucho el ejército, ¿ve? No, no, no tengo más que informarle porque no fui herido, ¿ve? Estuve en la línea de fuego, pero no fui herido, y la guardia que presté. Y a amenizar y alegrar a mis compañeros con la música que yo tocaba acordeón y formamos un conjunto, y ese conjunto, pues, lo organizamos y tocábamos en los ratos de descanso en reserva y amenizábamos el tiempo para no estar tan tristes, ¿ve? De Corea, pues, en los cuatro tiempos, ¿no? Que se llega, que es el otoño, primavera, invierno y verano, que siempre se le hace extraño a uno porque aquí en Colombia si quiere uno estar en tierra caliente, está, si quiere estar en tierra fría como acá, está uno, pero no hay cambio de, de clima como allá que están los cuatro tiempos. ¿Ve? No, no, no tengo más así que informarle, ¿ven? Porque mi estadía, pues, claro que fue casi un año, pero no, no tuve problemas, ¿ve? Porque siempre que estaba en la línea o algo, me llamaban para ir a tocar a Seúl, a Busan, en Incheon no, no estuvimos en Incheon estuvimos cuando llegamos y no, pues, la pasé más bien, no, no, no la sentí tan fuerte, por decirlo así, la milicia allá. Y el viaje un poco, eh, molesto por la vaina del barco que de, de Panamá hacia, ah, Honolulu son 15 días y uno que no estaba acostumbrado a, a viajar en barco, eso se le, se le llena a uno toda la… Y otros 15 días de ahí a, a… el primer puerto del Japón, de ahí sí en tren a Seúl que eso estaba todo bombardeado, vuelto una nada, estaba pésimo, ¿verdad? En cambio ahoritica en el 2006 que estuve otra vez en Corea invitado por la embajada, eh, está eso excelente, puentes, todo, una cosa muy bonita, ¿ve? Muy maravillosa, en comparación a, a, al 53 que estuve, que eso estaba todo bombardeado, vuelto una nada. Eh, peladitos por ahí pidiendo qué comer, todo eso porque no tenían como alimentarse y había mucha, mucha pobreza, demasiada pobreza. Ahoritica no, ahoritica es un país que está ciento por ciento avanzado en todo, ¿ve? Y esas fábricas de carros, eso de la un, una imagen muy buena a Corea, ¿ve? Y estuvimos también en, a 100 metros de Corea del norte, porque hasta ahí puede uno llegar, pero eso se ve triste, gris, ¿ve? No se le ve ambiente a, a Corea del norte, ¿ve? Pero bueno, estuvimos mirando, ¿no? Estuve en el paralelo 38 en guardia también, pero a Dios gracias no me pasó nada. No tengo más que informarle.
[ACENTO EXTRANJERO]
– ¿Ha visitado a Corea?
– ¿Ah?
– ¿Ha visitado a Corea usted? ¿Visitó a Corea?
– Sí, yo estuve, eh… con mi, eh… Ah, estuve en el Japón también, pero en el Japón en, en… Me perdí en el zoológico de Tokio, esa fue la…
– ¿Recientemente, recientemente?
– ¿Ah?
– ¿Recientemente visitando a Corea? Usted visitando. ¿Visitó a Corea recientemente?
– Ah, sí, en el 2006 estuve visitando a Corea, por eso es que le digo…
– ¿Por qué 2006?
– ¿Ah?
– ¿Por qué? ¿Cómo?
– Me invitó la embajada de Corea.
– Un, guao.
– ¿Ve? Nos invitó a 14 colombianos.
– ¿14?
– Sí, estuvimos en el cementerio.
– ¿Sí?
– Allá en Corea.
– Sí.
– Y esas partes, sus alrededores, y cuando fuimos a, a los 100 metros que le digo de Corea del Norte y hasta ahí podíamos estar, no podíamos pasar más para allá. Eso está lleno de guardias y, ¿ve? Y miramos el, el paralelo 38 casualmente, ¿ve? Hasta 100 metros, ahí de para allá ya no se puede, ¿ve? Y a eso es que le digo que está Corea un ciento por ciento en comparación a cuando la vimos que nos tocó que andar en un tren todo bombardeado, vuelto una nada hasta el campo donde teníamos que hospedarnos, por decirlo así, y de ahí salir a entrenamientos para luego entrar a la línea de fuego, ¿ve?
– Sí.
– Y la pobreza que vimos en ese tiempo era muy, muy cruel. Cuando estábamos en reserva la alimentación que nos mandaba el ejército americano, que era una, una alimentación que la llamaban: Ración C7, lo que nos quedaba se lo dábamos a ellos, ¿ve? Que se hacían, se acercaban por las alambradas, ¿ve? Para pedirnos que le diéramos algo, ¿ve? Porque estaban, pues, muy… sin alimentación, sin nada, muy… Ropa, sin nada, ¿ve? Les dábamos ropa de lo que teníamos por ahí que nos sobraba se la dábamos también. ¿Ve? Entonces a uno le daba, pues, eh, tristeza, ¿sí? Porque aquí en Colombia, pues, obvio, somos pobres, pero procuramos sostenernos de cualquier manera sin, sin tanta… Menos mal que aquí no ha habido guerra, ¿no? Pues, guerras así, pero, guerrillas que llaman, pero era que allá sí estaba eso. Y, y pensar que, que Corea del norte fue la que inició todo, ¿ve? Y se unieron con los, con los, este otro país, se llama… comunista también, con china y otro país no me acuerdo ahoritica el nombre.
[ACENTO EXTRANJERO]
– ¿Rusia?
– ¿Ah?
– ¿Rusia? Ruso.
– Sí, una cosa así. ¿Ve? Se unieron para atacar a Corea del Sur y en ese…
– Ruso… Ruso.
– Rusia.
– Sí.
– Rusia, Rusia. Ellos, se, se unieron todos para atacar a Corea del Sur, ¿ve? Y sin embargo, pues, eh, hay un, eh, un recordaris, por decir así, que el batallón Colombia cuando estuvimos en combate y todo, a raíz de eso se firmó el tratado de paz el 23 de marzo, si no me equivoco, o el 25 de marzo, una cosa así, del año 53, hasta ahí hubo combate, ahí ya se acabó el combate y ya se siguió prestando guardia, pero por prevención, ¿no? Que no volvieran otra vez a molestar.
– Yo quiero que, ah, por su gran honor de sus sacrificio en la guerra de Corea, que, ah, muy pronto, ah, ahí será el tiempo cuando, ah, Coreanos en North Corea, ah, también tienen la paz y… libertad, ¿sí?
– Sí, señora.
– Sí. Y gracias…
– No, señora.
– …abuelo, porque, ah, sin sus contribuciones no… ah, no puedo ser aquí, estar. Gracias.